miércoles, 11 de diciembre de 2013

PENSAMIENTO TERCERO

Me gustaría poder contar mis últimos pensamientos. Bueno, en realidad, no son mis últimos pensamientos. Lo fueron anoche, cuando escribí este texto que ahora transcribo. Pero me gustaría poder relatar este diálogo imaginario que me siento totalmente incapaz de reflejar. En las palabras que se decían no habían grandes florituras, ni un estilo sublime. Pero encerraban dentro de sí mismas una poderoso significado. Se trataba de una declaración. Mi declaración. Yo le contaba mi historia a ella. Sin saber de quién se trataba, me aconsejaba que se lo dijese, que le echara valor y me arriesgase. Sabía que lo único que podía cosechar era el fracaso. Pero un impulso suicida de sinceridad, y sus palabras, me hicieron decírselo, atropelladamente, completamente azorado. Por un momento se quedó desconcertada. Primero se rió. Ni el más funesto de los sonidos podría haberme afectado tanto. Había pensado que era una broma. Le confirmé que no. Entonces pude "ver" que en ella se debatían la más honda e instintiva de las repulsas y la conmiseración. Le rogué que olvidase los últimos minutos, que olvidase lo que le había dicho, que mantuviéramos una relación meramente "cordial", aunque sólo fuese eso. ¿Pero cómo no iba a evitar a un individuo para todos extraño, ridículo, lastimoso casi? No soy más que un bufón... Incluso estas palabras son para todos un mero entretenimiento. Una manera de pasar un rato mortalmente aburrido, o un curioseo al interior de un tipo raro. 
No pude seguir con aquella fabulación. Imaginando, había descubierto que es lo que soy yo. Y eso era demasiado duro. Y lo peor es que no sé como cambiarlo. Volveré a hacer el idiota para conseguir aunque sólo sea una sonrisa. Publicaré cuantas entradas necesité de un blog para lograr un gesto de aprobación. Y seguiré siendo por siempre un idiota solitario, al que la gente mira con soterrado desprecio. 

lunes, 9 de diciembre de 2013

PENSAMIENTO SEGUNDO

IMAGINE
Imagine there's no heaven
It's easy if you try
No hell below us
Above us only sky
Imagine all the people living for today

Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people living life in peace

You, you may say 
I'm a dreamer, but I'm not the only one
I hope some day you'll join us
And the world will be as one

Imagine no possessions
I wonder if you can
No need for greed or hunger
A brotherhood of man
Imagine all the people sharing all the world

You, you may say 
I'm a dreamer, but I'm not the only one
I hope some day you'll join us
And the world will live as one

IMAGINA
Imagina que no hay Cielo 
es fácil si lo intentas 
sin Infierno bajo nosotros
encima de nosotros, sólo el cielo 

Imagina a todo el mundo
viviendo el día a día... 
Imagina que no hay países 
no es difícil hacerlo

Nada por lo que matar o morir 
ni tampoco religión 
imagina a toda el mundo
viviendo la vida en paz...

Puedes decir que soy un soñador 
pero no soy el único 
espero que algún día te unas a nosotros 
y el mundo será uno sólo

Imagina que no hay posesiones 
me pregunto si puedes 
sin necesidad de gula o hambruna
una hermandad de hombres 
imagínate a todo el mundo
compartiendo el mundo...

Puedes decir que soy un soñador 
pero no soy el único 
espero que algún día te unas a nosotros 

y el mundo será uno sólo.



Toda una declaración de intenciones. Ciertamente, no es la idea que yo vengo a dejar escrita. Pero he considerado que ambas merecen estar juntas. Sé que es una gran consideración, pero ambas ideas son fruto de un salvaje deseo de libertad y de bien. También sé que ambas ideas son fuertemente utópicas, aunque con un esfuerzo común se podrían conseguir. Pero tengo la certeza de que nunca se producirá un esfuerzo común. Todos tenemos distintos deseos. Y eso hace imposible que "el mundo sea uno sólo". 
Ahora que estoy rodeado de dificultades, de "jaleos", como me ha dicho un amigo, me he dado cuenta de que este momento, la cúspide de nuestras juventud, no lo disfrutamos. Este "maravilloso" sistema nos retiene cuando más fuertemente arde nuestra sangre con la excusa de enseñarnos, para poder vivir mejor cuando seamos mayores. Cuando la rutina haya molido nuestros espíritus, y nos sintamos incapaces de rebelarnos. 
Y yo propongo: ¡Liberémonos! Dejemos los enojosos deberes y disfrutemos de esta vorágine de fogosidad que nos regala la juventud. Habrán años para aprender lo básico: será la infancia. Habrán años para pulir nuestros conocimientos. Que esos años no sigan a l infancia, como hoy, sino que sigan a la juventud. 
Todo cuanto pido es que nos plantemos un día, todos los jóvenes del mundo, y juntos digamos un NO rotundo al sistema al sistema que nos mantiene oprimidos. Proletarier aller Länder, vereinigt euch!, dijo en su día Marx. ¡Jóvenes de todo el mundo, uníos!, os digo yo. Uníos para ser libres y disfrutar ahora que podéis, para que no se marchite vuestra alegría y no se mancille vuestra energía con los años. 
Lástima que no vaya a pasar.

domingo, 8 de diciembre de 2013

PENSAMIENTO PRIMERO

¿Alguien sabe del sufrimiento que se experimenta cuando ves a la persona a la que quieres en manos de otro? ¿De la sensación de enfermedad que uno siente cuando lees las palabras apasionadas que escribe? Se trata de una fiebre espantosa, una negra nube de ira, un deseo de destrucción, de desaparecer de la faz de la Tierra, de hacer desaparecer al otro... ¡El otro! ¿Quién es el otro? ¿Qué es lo que tiene que yo no? ¿Por qué él tiene su amor? ¡Él, qué quizá ni sabe que lo tiene! ¿Acaso no soy yo más digno de merecerlo? Yo, que la quiero tanto. Simplemente eso. LA QUIERO. No necesito palabras rimbombantes, no necesito un “te amo” destinado a convertirse en niebla. Simplemente es un deseo de estar con ella, de hacerla reír, de hacerla feliz con los pequeños gestos del día a día. El amor no es una historia de héroes; es una historia de personas normales que hacen cosas normales, y que crean una vida feliz. No tengo más sueño que una palabra amable, que su sonrisa, que una mirada alegre en una mañana triste. Ver su rostro iluminado por una sonrisa, todos los días, tenerla a mi lado y sentir su cercanía... Es todo cuanto necesito. Y es todo cuanto me es negado. Parece un deseo sencillo, pero... Tengo la certeza de que nunca me mirará con ojos enamorados, de que jamás su risa será para mí, que su abrazo nunca será acogido por mis brazos. 
Hace frío. La siento lejos. Siento que su alma pertenece toda entera al otro, y que no hago más que golpear teclas de manera estúpida. Que estos momentos no sirven para nada, y que ella no me quiere. Que apenas ve en mí a un pobre idiota que se pasa la vida alelado, y que es digno de lástima y conmiseración. Y tener el miedo de que tenga razón... y la seguridad de que no seremos jamás el uno del otro... Genera una náusea infinita, una desazón terrible que se vierte en una vorágine de ira, de humillación, de pena.