jueves, 13 de febrero de 2014

PENSAMIENTO SÉPTIMO
Hay días rutinarios, casi imposibles de identificar en la inmensidad del calendario. pero hay otros días, cuyo recuerdo tarda más en desvanecerse en la bruma. Hoy es uno de estos días ligeramente más persistentes. 
No ha ocurrido nada extraordinario, nada especialmente memorable, pero los acontecimientos "normales" de hoy me generan una profunda extrañeza que otras veces no aparece.Todo parece privado de sentido, completamente absurdo. Diríase que todo está deformado, como si se tratase de un sueño grotesco. Nuestros actos y nuestras palabras parecen sacados de una obscena mascarada, nuestras conversaciones parecen cortarme como cuchillos, las bromas hastían. Y tal vez ese sea el motivo de todo. El hastío. Este sentimiento ya familiar se convierte en una de las realidades omnipresentes de mi vida, Es algo que ya lleva años acosándome, es un eterno hastío.
Siguen circulando los sinsentidos, palabras estúpidas, palabras vanas. Y el cansancio vital me sigue invadiendo, como una lenta pero inexorable enfermedad que se apodera de mí. 
A veces me planteo en que estoy gastando mis días. Es algo que ciertamente me inquieta, pero en lo que prefiero no pensar. Y es que casi todo lo que hago me parece una necedad, algo completamente inútil. Veo como pasan ante mí las horas, los días, las semanas... y  como no cambia nada, y como casi todo aquello a lo que me me cansa, y es incapaz de llenarme. Sólo en estos momentos de escritura hallo cierto solaz. Pero esto no es suficiente. Necesito realizar algo que colme mis deseos, que evite la sensación de fracaso. 
En fin, creo que ya ha sido suficiente por hoy. El sinsentido y el absurdo me han llevado a mirar hacia mi propio interior, hacia mis problemas, y no he quedado satisfecho con lo que he visto.
Un cordial saludo, mis lectores.

jueves, 6 de febrero de 2014

PENSAMIENTO SEXTO
Si las naciones fuesen personas, la nuestra sería un anciano muy enfermo. Su juventud fue verdaderamente brillante, pero hizo todo aquello que no debería haber hecho y se agostó demasiado pronto. Pronto cayó en una irremediable senda de autodestrucción, y hoy ya no es sino una ruina, un corrupto cadáver. 
Y todo esto viene a colación de una conversación que ayer mantuve. Hacía ya cierto tiempo que no veía a X. X es un antiguo compañero de clase, al que había dejado de ver desde que repitió curso. Cuando le encontré, estaba en un banco, fumando junto a otro excompañero. Me senté junto a ellos y comenzó lo que yo pensaba que sería una mera charla intrascendente. Craso error. Al principio todo entraba dentro de lo esperado,  pero cuando comenzaron a hablar de sus previsiones de futuro, me dieron una cruda lección de lo que uno puede esperar de España. 
"-Mira, yo voy terminar este curso la ESO, y luego un Grado Medio, y me voy con la empresa de mi padre, que despide a dos y nos mete a mí y a mi amigo. ¡Y a ganar perras!
-Pero, ¿no ves injusto que dos personas, que han llegado hasta ese puesto por sus méritos sean así despedidos?
- Acho, no me irás a decir que teniendo mi padre la empresa voy a tener yo que ponerme a trabajar, ¿verdad? Además, esto no es como tú te piensas. Si en la empresa son todos jóvenes  y van todos por enchufe. El único viejo tiene 40 años, y es un porrero que se pasa las 24 horas jugando a la Play. Si hasta se la lleva al trabajo... Y oye, eso es la vida. Jugar, fumar hierba.  Y por las noches al Central y beber y follar... Y ganando perricas.
-Así nos luce el pelo. Yo conozco a gente que tiene una carrera universitaria y que está trabajando en un  simple bar como camarero.
-Si estudiar es una mierda... No sirve para nada. Yo tengo una prima con dos carreras y está todo el día mano sobre mano en su casa. Yo conozco a uno, que no te digo el nombre porque puede que lo conozcas, que está vendiendo hierba, y en nada se va a trabajar en Suiza, a sacar sus buenas perras, y sin darle un duro a Hacienda. Y sin sacarse ni la ESO. Y mira mi  padre, que sólo estudió 6 años, con dos casas, tres coches, una empresa que le da un dinero bueno... Aquí lo que hay que saber es buscarse la vida. A ver para que te va a servir a ti tanto estudio, tanto Bachillerato y tanta mierda. "
Y se fueron, dejándome a solas con mis fúnebres pensamientos. En esta breve conversación, había visto con toda crudeza la realidad de nuestra nación, los siglos de Administración corrupta, de sobornos, de injusticias laborales, de pereza. Volvió a mi mente aquel artículo de Larra, "Vuelva usted mañana", y vi que aunque no lo parezca, no hemos cambiado gran cosa desde el siglo XIX.
Pensé en los casos de corrupción que aparecen todos los días en los medios de comunicación, y vi que aunaba a UGT y a la misma monarquía. 

España no tiene remedio. No sé si hemos de desaparecer, o si debemos renovarnos, pero España no puede seguir siendo lo que es. No quiero una continuación de la II República, ni un renacer del fascismo. Tampoco quiero tener los vestigios de una antigua dinastía de monarcas absolutos. Quiero que se funde una España nueva, sobre unos valores realmente democráticos. Un sistema depurado de los vicios y errores del anterior. Un sistema que no intente despedazarse, como está ocurriendo hoy día con los problemas en Cataluña y País Vasco. Pero me temo que deseo demasiado.
Para lograr lo que me propongo necesitamos estar todos unidos contra nuestras lacras, y aquellos que se nutren del latrocinio no están dispuestos a renunciar a las suntuosas cifras de dinero fácil e ilícito. Combatimos en
una batalla ya perdida de antemano, porque hay demasiados que ganan con ésto.
Un cordial saludo, lectores.