miércoles, 8 de octubre de 2014

La mosca

La mosca volaba a toda velocidad. Pasó sobre un tentador pedazo de melocotón, pero el matamoscas azul la perseguía. Las fantásticas luces del televisor estorbaban su visión. El gigante se abalanzó sobre ella con su arma mortífera. Pero como es lógico, no la atrapó. El humano chilló. La mosca aceleró y voló sobre la mesa todavía sin quitar. Dribló el matamoscas a toda velocidad y dio la vuelta sobre sí misma en pleno vuelo. El humano la perdió de vista y elle aprovechó para descansar en una mesa.
Sin previo  aviso, el humano  la atacó. La brutal embestida hizo levantarse a todos los platos sin quitar, y el estampido fue enorme. Pero el insecto escapó por micras, dejando al niño humano rabioso.
– ¡Mosca hija puta, te voy a matar!
La mosca salió por la puerta y se fue al porche. Él la siguió. Voló hasta la puerta de la adorada despensa, pero el matamoscas la persiguió con un torrente de golpetazos que levantó nubes de polvo que el humano no pudo ver.
 –Niño, deja hacer ruido, qu´es la hora la siesta –gritó con voz chillona la madre.

La mosca, aliviada, paró su vuelo. Un cruento matamoscas paró su vida para siempre

1 comentario:

  1. Ojo, es muy corto, pero para tener ya dos años y estar inspirado en una moscucha de mierda, pues no está tan mal.

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